jueves, 5 de diciembre de 2013

Diseño Gráfico Publicitario I Parte: Antecedentes Históricos y Teorías Relacionadas


     Es la creación, maquetación y diseño de publicaciones impresas, tales cómo; revistas, periódicos, libros, flyers, trípticos, ... y también el soporte para otros medios visuales, tales como la televisión o internet.


ANTECEDENTES HISTÓRICOS

     Los pregoneros, encargados de divulgar con su voz novedades de interés para la comunidad, reciben el nombre de kerux en Grecia, denominándose praecos en la antigua Roma. El pregonero del mundo clásico busca la captación de clientes, pero también la proclamación de informaciones institucionales. En cierto sentido, es el pionero de la publicidad, y también de la propaganda. Por lo demás, es una figura que se mantiene vigente hasta el siglo XX, sobre todo en áreas rurales.
     Con el siglo XX llega la era del automóvil, durante la cual se revolucionan las comunicaciones, sustento del comercio y la publicidad. Al ocuparse caminos y carreteras, las vallas empiezan a consolidarse como soportes publicitarios, si bien ciertos países occidentales, España entre ellos, no contarán con una red eficaz de vallas con anuncios hasta llegados los años cincuenta. Otro medio fundamental en el campo publicitario es la radio, que por estas fechas cuenta con numerosos patrocinios en su programación, estructurada a partir de la publicidad hablada. En un principio, el cine cuenta con la proyección fija como sistema publicitario, pero poco a poco se convierten en habituales el anuncio o el más extenso publirreportaje, destinados ambos a la gran pantalla.
     Un medio muy frecuentado por los publicitarios cinematográficos son los dibujos animados. La animación publicitaria cuenta con excelentes cultivadores en España, durante los años sesenta, como los hermanos Moro, galardonados en numerosas ocasiones por el alto nivel de su trabajo. Esta conciencia propia de los publicistas ha ido favoreciendo la consolidación de una estética publicitaria en lo audiovisual, cualificada por su encuadre, montaje y fotografía peculiares.

La publicidad en el siglo XIX
     Con el advenimiento de la Revolución Industrial, cambian las estructuras económicas y, por extensión, cambia también el negocio publicitario, necesitado de adaptaciones para asimilar los nuevos modos de producción masiva. Proliferan los carteles, abundan las tarjetas comerciales y, sobre todo, se convierten en habituales los productos marcados, envasados en botes de hojalata o cristal con vistosas etiquetas xilográficas. Son tiempos de imaginación, y uno de los métodos publicitarios más singulares aparece en España: los mosaicos anunciadores, con los cuales se ilustran las fachadas mediante una síntesis única de cerámica artesanal y estrategia mercantil.
     Desde mediados del siglo XIX, la civilización industrial se empeña en la elaboración masiva de productos específicos, principalmente en áreas como la medicina y la alimentación. Uno de los estereotipos más difundidos de la gran emigración hacia el Oeste norteamericano es el charlatán que vocea por los pueblos las cualidades milagrosas de sus pociones curativas. Pues bien, esa figura tópica encierra una verdad publicitaria de la segunda mitad del XIX: la falta de escrúpulos de muchos promotores de medicamentos, capaces de publicitar sus esencias cuando en realidad se trataba de fórmulas descabelladas, del todo inútiles para los fines terapéuticos previstos.
     Esta etapa se caracteriza por la diferenciación a través de las marcas de productos que hasta la fecha eran fabricados en los propios hogares o vendidos a granel en las tiendas. Es el caso del jabón, convertido en cosmético de marca por Procter & Gamble en 1878. Su jabón blanco será el primero de una casi interminable lista de jabones que a fines del XIX serán promocionados como útiles indispensables en la higiene personal. Desde esta etapa, los anuncios de las empresas de jabón recurrirán a las ilustraciones más elegantes para reafirmar una imagen de marca basada en la elegancia y la sofisticación.


TEORÍAS RELACIONADAS
  
Teoría del Centro Óptico Estable
     El centro óptico de un formato publicitario está una décima parte por encima del centro geométrico. Esto ocurre porque los objetivos tienen gravedad. Esta teoría no sirve cuando hay más de un elemento.

Teoría de la Competencia de Skinner
     El centro óptico estará en el punto de mayor atención visual. Divide la atención visual en dos variables: ubicación y tamaño. Esto último es más importante por lo que el tamaño es el principal eje visual.

Diagrama de Gutemberg
     Hace referencia a la forma de lectura occidental, de arriba abajo y de izquierda a derecha; de modo que la diagonal surgida de las dos fuerzas es donde hay más probabilidad que el ojo se dirija. Pero si hablamos de la publicidad en prensa, el punto cálido estaría en la parte superior derecha.
     Como norma general uniendo estas tres teorías, siempre en el formato gráfico publicitario debemos tener un elemento dominante y a su alrededor el resto de los elementos y dominará en función de su tamaño y /o de su ubicación. Hay que ser lo más sencillos posibles y que nuestro ojo acuda casi instintivamente al centro óptico.

Regla Aurea
     Proviene de un arquitecto romano llamado Vitruvio que fue quien hizo un estudio sobre la proporción perfecta. Averiguó mediante una norma matemática cuáles eran los anchos respecto a los altos (proporciones) de un formato ideal.

1 comentario:

  1. La publicidad es importante para una empresa no solo porque al utilizarla se da a conocer el producto o servicio que esta a la venta, sino también porque beneficia a la empresa además del aumento en la compra de lo que ofrece, sino también con el reconocimiento de su marca, crea una preferencia y las empresas que utilizan la publicidad crecen más rápido.

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